domingo, 24 de julio de 2011

Ingeniería Agroalimentación

PRESENTACIÓN

Con el afán de aportar a la preparación y uso de abonos orgánicos es que presentamos ciertos detalles se describe cómo funcionan y cómo se preparan algunos abonos orgánicos, tanto sólidos como líquidos, los mismos que se pueden adaptar a condiciones específicas y a materiales disponibles en cada finca. Los tipos de abono a los que se puede recurrir, así como las cantidades a elaborar de cada uno, depende del tamaño de la finca, de la disponibilidad de recursos y de mano de obra. Estas técnicas se pueden adaptar tanto a fincas grandes como a fincas medianas o pequeñas; depende del afán, disposición e iniciativa del productor o productora. Al tratarse de la preparación y aplicación de abonos, se debe partir, en la medida de lo posible, de un análisis de suelo que nos refiera sobre las condiciones limitantes del mismo (deficiencia o exceso de minerales, acidez, compactación, erosión, entre otros aspectos).

¿Por qué debemos trabajar orgánicamente el suelo?

La materia orgánica es indispensable para mantener la fertilidad del suelo. De ahí que su incorporación en forma de abono es indispensable en sistemas de producción ecológica. Esta práctica, en conjunto con otras como: las obras de conservación de suelos, la adecuada rotación y asociación de plantas, la diversificación de cultivos en el tiempo y en el espacio, entre otras, nos aseguran el alcance de un equilibrio en el sistema y, por lo tanto, una producción continua, es decir, la posibilidad de sembrar todo el año y por muchos años.

Son varios los tipos de abonos orgánicos que podemos utilizar en las fincas ecológicas para tal fin. Algunos ejemplos son el compost, los biofermentos, bocashi y los abonos verdes; como más adelante se mostrará, la acción de los microorganismos es indispensable para su preparación y funcionamiento.

Abonos verdes

Toda planta, por insignificante que parezca, capta energía solar y elabora materia orgánica con sus hojas. Sus raíces extraen minerales de las capas profundas de la tierra, éstos se almacenan en el cuerpo de la planta. Ese conjunto de materiales son fuente de abono si se cortan y se dejan descomponer sobre el suelo. Por eso demostramos ignorancia cuando decimos maleza a una planta silvestre que crece entre un cultivo o en algún lugar de la finca.

Las leguminosas son las más conocidas y utilizadas como abono verde, pero si pensamos que el trópico es la región más rica en biodiversidad donde las plantas crecen más rápido, podríamos transformar esas
“malezas” en abono y dejar de gastar dinero en venenos (herbicidas), tratando de destruir este regalo de la naturaleza.

Residuos vegetales y animales

 
Hay diversas formas de procesar todo tipo de residuos de plantas y animales, (incluidos los desechos de cocina) para acelerar o potenciar su uso como abonos orgánicos, sólidos o líquidos.
No aprovechar estos recursos es equivalente a desperdiciar una gran cantidad de dinero, que en las condiciones actuales de un agricultor pequeño o mediano es un error.
Estos son algunos ejemplos de materias primas:
• Todo tipo de desecho vegetal: hojas, ramas, flores, frutos, semillas, tusas, olotes, cáscaras y cascarillas.
• Cenizas de maderas blancas, de olotes y de bagazo entre otras.
• Estiércoles de cerdo, cabra, oveja, conejo, aves, vaca y caballo.
• Orines de ganado bovinos, de cabras y otros animales domésticos.
• Desechos animales como plumas, cascos, cuernos, huesos, cáscaras de huevo, entre otros.
• Melaza o jugo de caña.

Tipos de abonos orgánicos
 El Compost 

¿La palabra compost significa compuesto? Este abono es el resultado del proceso de descomposición de diferentes clases de materiales orgánicos (restos de cosecha, excrementos de animales y otros residuos), realizado por microorganismos y macroorganismos en presencia de aire (oxígeno y otros gases), lo cual permite obtener como producto el compost, que es un abono excelente para ser utilizado en la agricultura (Infoagro, 2004).
Este tipo de abono, requiere de mucha mano de obra para su elaboración, sobretodo porque hay que voltear múltiples veces durante todo el proceso, que dura aproximadamente
3 meses. De ahí la necesidad de valorar con cuánta mano de obra se cuenta en la familia o en la finca, para poder realizar este tipo de abono.
Propiedades del compost
Mejora las propiedades físicas del suelo: La materia orgánica favorece la estabilidad de la estructura de los agregados del suelo agrícola, reduce la densidad aparente, aumenta la porosidad y permeabilidad, y aumenta su capacidad de retención de agua en el suelo. El compost permite suelos más esponjosos que retienen una mayor cantidad de agua.
Mejora las propiedades químicas: aumenta el contenido de micronutrientes y macronutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio. Además acrecienta la Capacidad de Intercambio Catiónico (C.I.C.), que es la capacidad de retener nutrientes para luego liberarlos para los cultivos.
Mejora la actividad biológica del suelo: actúa como soporte y alimento de los microorganismos ya que éstos viven a expensas del humus, que es la materia orgánica descompuesta que resulta de la acción de los microorganismos y contribuyen a su mineralización (Infoagro, 2004).

Bocashi


 
El bocashi es un sistema de preparación de abono orgánico de origen japonés que puede requerir no más de 10 o 15 días para estar listo para su aplicación; sin embargo, es mejor si se aplica después de los 25 días, para dar tiempo a que sufra un proceso de maduración.
Bocashi significa fermento suave (no obstante es un tipo de compost) y se considera provechoso porque sale rápido, utiliza diversos materiales en cantidades adecuadas para obtener un producto equilibrado y se obtiene de un proceso de fermentación.
Como desventajas se pueden mencionar que varios de sus componentes son difíciles de conseguir en muchas fincas y no conviene crear dependencia externa para hacer abonos orgánicos. Hay muchas formas de hacer abonos orgánicos y el bocashi es uno de ellos: NO es el único ni el mejor.

Lombricompost


En este apartado solo se referirá a algunas generalidades de las lombrices y el lombricompost, pues este tema es motivo de otro cuadernillo ya editado.
El uso de lombrices es muy apropiado para acelerar la descomposición de los materiales orgánicos, ya que ellas trabajan día y noche logrando procesar una cantidad igual a su peso por día.
Una lombriz promedio pesa un gramo y así no parece gran cosa, pero si se tienen 10.000 lombrices es como estar fabricando
10 kilos por día que en un año equivalen a 3650 kilos, o sea 3.6 toneladas.
Por lo fácil del manejo y la alta reproducción de este animalito amigo de la tierra, es una actividad factible de ser practicada por cualquier agricultor o agricultora.
El abono de lombriz es muy rico en vida microbial, la que es básica para la relación suelo-planta; además las lombrices ayudan a neutralizar el pH del suelo y hacen que los elementos nutritivos se solubilicen. El nitrógeno y el fósforo están siete veces más disponibles, el potasio once veces, el calcio dos veces más disponible y el magnesio seis veces más disponible en el lombricompost que en la materia prima.






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